CAPITALISMO POSMODERNO, IZQUIERDA Y DERECHA
1. Ya hemos explicado el origen y la inspiración neonazi de las distintas corrientes del capitalismo posmoderno: el posmofeminismo, el catastrofismo climático, la manipulación de minorías, el globalismo y los movimientos migratorios. Orígenes que se remontan al movimiento eugenésico y al protagonismo de grandes corporaciones y familias reales a la vez implicadas en el nazismo y en el impulso y desarrollo del posmocapitalismo.
2. De cualquier forma, a partir de la obsesión occidental por etiquetar como izquierda o derecha todo tipo de fenómenos, por muy absurdo que resulte, ocasionalmente se examina en qué medida el posmocapitalismo es un fenómeno de izquierda o de derecha.
3. En la vertiente socioeconómica del modelo económico posmoderno o post-industrial tuvo un claro protagonismo inicial los grupos políticos de “derecha” conservadora neoliberal, liderados por Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en los Estados Unidos.
4. Sin embargo, la denominada “izquierda” política ha venido teniendo una receptividad mayor a los aspectos culturales o socioculturales del capitalismo posmoderno. Podemos encontrar dos puntos de partida al respecto.
5. Como sabemos, el corporativismo posmoderno se ha basado en la manipulación y distorsión continuada de retos sociales reales, como la emancipación de la mujer o la defensa del medio ambiente. Ante estos retos sociales, los movimientos tradicionalmente de izquierda, partiendo de una posición de defensa de los intereses populares, adoptaban una posición más comprometida con avances sociales.
6. En el ámbito ideológico, la Escuela de Frankfurt creó un contexto conceptual “progresista” propicio para su posterior manipulación por las élites corporativas. Un proceso al que esta Escuela se plegó de forma abierta a partir del traslado a Estados Unidos de sus dirigentes y de su dependencia con respecto a la financiación y los recursos de Wall Street.
7. Finalmente, algunos movimientos autodenominados como “populistas de izquierda” han intentado teorizar sobre bases conceptuales marxistas su adhesión a las estrategias corporativas del posmodernismo. La utilización en Estados Unidos de la expresión “marxismo cultural” está en cierta forma basada en este tipo de fenómenos, además de ser un instrumento eficaz de descalificación en un contexto tan “antimarxista” como el norteamericano.
8. De cualquier forma, una vez que los procesos de manipulación corporativa de las corrientes posmodernas se ponen en marcha, el contexto cambia sustancialmente. A partir del catastrofismo climático, de la denominada tercera ola del feminismo y del impulso de los procesos migratorios, la apuesta corporativa por las corrientes posmodernas es cada vez más clara.
9. Recordemos que, tras la Guerra Fría, la realidad de la división entre izquierda y derecha se desvanece. Los grupos supuestamente de derecha o de centro se van sumando a las corrientes posmodernas de la mano del impulso de las grandes corporaciones. Y la supuesta izquierda, en la práctica desaparecida, se deja arrastrar por estos intereses corporativos, incapaz ya de un análisis propio o alternativo de la realidad.
10. De esta forma, los grupos autodenominados como izquierda, derecha o centro, asumieron de forma rápida y sumisa los postulados del capitalismo posmoderno y su destructivo impacto social.
Estos postulados han sido claramente rechazados por los países emergentes y en desarrollo que, sintetizando, tienden a descalificar como absurdas nuestras clasificaciones de “izquierda” y “derecha” y los postulados socioculturales del capitalismo posmoderno.
En Occidente, al contrario, sólo desde ámbitos minoritarios se comenzó a cuestionar el posmocapitalismo –eso sí, de forma creciente- a partir de movimientos populistas autodenominados como de “derecha” (el “trumpismo” en Estados Unidos fundamentalmente) y, cada vez más, también de “izquierda” (Sarah Wagenknecht en Alemania , Robert Kennedy en Estados Unidos o la socialdemocracia de Robert Fico en Eslovaquia).
Éste es un documento elaborado por EKAI Center dentro del Proyecto GOGOZ, siguiendo la metodología de consenso HURBIL. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros.
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