DESTRUCCIÓN COMUNITARIA EN EL CAPITALISMO POSMODERNO
DESTRUCCIÓN COMUNITARIA EN EL CAPITALISMO POSMODERNO
1. Una de las características socioculturales más llamativas del capitalismo del siglo XXI está siendo lo que se ha denominado como “destrucción comunitaria”. Un concepto que hace referencia al debilitamiento acelerado durante los últimos 50 años de todo tipo de comunidades humanas. Desde el nivel más básico (pareja, familia) hasta las comunidades más numerosas, como los pueblos o las naciones, pasando por asociaciones, sindicatos o partidos políticos.
2. Es cierto que, en cierta forma, estos procesos de destrucción comunitaria son típicos del sistema capitalista desde su origen. E incluso podemos identificarlos en distintos contextos sociales, económicos y políticos anteriores.
3. La expansión de las grandes civilizaciones esclavistas se apoyó inicialmente en la destrucción de las comunidades tribales que, por razones económicas o militares, no pudieron resistir el empuje de estos nuevos modelos socioeconómicos. El capitalismo comercial impulsó la construcción de los estados modernos, con frecuencia apoyada en la destrucción de las comunidades territoriales de menor dimensión. El desarrollo del capitalismo industrial se apoyó muchas veces en la destrucción de los gremios artesanales o de las comunidades agrarias arruinadas.
4. Pero el capitalismo posmoderno presenta, desde este punto de vista, características muy especiales. Por un lado, por la rapidez con la que se materializan estos procesos de destrucción comunitaria. Por otro lado, por la amplitud e intensidad de la destrucción social que se está generando. Finalmente porque, si la lucha implacable por la supervivencia puede explicar los procesos de destrucción social radical de períodos anteriores, en una sociedad avanzada como la europea la aceptación de este tipo de desastres sociales, culturales e históricos resulta incomprensible.
5. El actual proceso de destrucción comunitaria está siendo tan radical, que plantea serias dudas sobre en qué medida responde a la lógica de la evolución económica del capitalismo post-industrial en el siglo XXI o bien va más allá de la lógica económica y responde a una dinámica de manipulación y control social por parte de las grandes corporaciones.
6. Es bien conocido que el capitalismo tiene, a la vez, una extraordinaria capacidad de creación y de destrucción. La persecución del beneficio es un potente motor de creación de riqueza pero, si este motor no está sujeto a límites claros por parte de los estados, es capaz de arrasar con todo lo que se interponga en el camino del beneficio de la inversión.
7. De esta forma, algunos de los procesos de destrucción comunitaria del capitalismo posmoderno pueden relacionarse de forma más o menos directa con los objetivos de maximización del beneficio de las inversiones. Por ejemplo, el debilitamiento de los sindicatos es fundamental para reducir los costes laborales. Y el debilitamiento de los estados puede estar relacionado con la lógica económica de la globalización y del interés de las multinacionales por desarrollar libremente su actividad en ámbitos supraestatales.
8. De forma similar, el debilitamiento de la pareja y la comunidad familiar ha estado muy claramente ligado a la sobre-explotación laboral de la mujer durante estas décadas. Lo mismo que los actuales procesos migratorios se pueden sin duda explicar desde una clara finalidad de enriquecimiento artificial de muchos miles de empresarios, en base a la disposición masiva de mano de obra barata.
9. Sin embargo, estas dinámicas económicas no explican fácilmente la radicalidad de estos procesos que, a largo plazo, están llevando a la destrucción social, económica y política de Europa. El interés corporativo por la maximización de beneficios a cualquier precio y sin importar la destrucción social generada es quizás un factor a tener en cuenta. Pero lo realmente llamativo es probablemente la pasividad política frente a estas políticas de destrucción comunitaria tan radical en una sociedad avanzada que, en apariencia, no necesita aceptarlas para salir adelante económicamente.
10. En principio, son los poderes públicos los que deben moderar, limitar o encauzar el ansia corporativa por aumentar los beneficios. La pasividad frente al hundimiento demográfico, a la sobre-explotación de las mujeres, a la destrucción social generada por las corrientes posmodernas o a la fragmentación social derivada de los procesos migratorios, ha permitido que estos procesos de clara inspiración corporativa hayan llegado mucho más allá de los límites lógicos de la búsqueda del beneficio, para enmarcarse en un contexto de manipulación, control y destrucción social incomprensibles e inéditos en la historia del capitalismo europeo.
Éste es un documento elaborado por EKAI Center dentro del Proyecto GOGOZ, siguiendo la metodología de consenso HURBIL. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros.
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