La Escritura dice: “El celo por tu casa me consume“, y eso es lo que Jesús demostró cuando entró al templo para expulsar a los cambistas y otros mercaderes que no debían estar en la casa de oración.
De la misma manera, debemos tener este mismo celo por nuestro templo, es decir, nuestra vida, evitando permitir que cosas que no corresponden a una casa de oración permanezcan en nosotros.
#casadeoracion #celo #orar #Dios #casa