La zancada imparable (Cuando pararse no es una opción). Auto

Correr puede convertirse en una especie de religión para los miles y miles de deportistas aficionados que cada día salen a la calle a disfrutar de su actividad física favorita. Para todos ellos, el premio no es ganar, ni tan siquiera obtener una medalla, aunque sea de hojalata, el verdadero y único objetivo, es superarse a uno mismo, y la meta, no es otra, que llegar siempre al final del recorrido establecido, aunque sea caminando (o a gatas), pero conseguirlo, esa es la auténtica recompensa
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