(1 Juan 2:20) Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

(1 Juan 2:27) Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. (Salmos 89:20) Hallé a David mi siervo; Lo ungí con mi santa unción. (Isaías 10:27) Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción. (Éxodo 40:15) y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones.
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