LA ATRACCIÓN DEL BENEFICIO

PDF: Responsabilidad Social LA ATRACCIÓN DEL BENEFICIO 1. La cuestión clave a la hora de examinar el fondo conceptual de la responsabilidad social de la empresa es, probablemente, la atracción del beneficio empresarial. 2. Se trata de clarificar en qué medida es posible que las empresas desarrollen de forma continuada actividades que no aportan ingresos añadidos a la generación de beneficios a la empresa o que, en sentido contrario, suponen un incremento de gastos y, por lo tanto, una reducción del beneficio. Evidentemente, nos referimos a las empresas de capitales, no a las empresas públicas, cooperativas o de economía social, que actúan en base a objetivos distintos. 3. Las corrientes inicialmente defensoras de la responsabilidad social daban por supuesto que, efectivamente, es posible que las empresas de capitales desarrollen este tipo de actividades no relacionadas o contradictorias con el objetivo de maximización del beneficio. Se trataba precisamente de impulsar que las empresas desarrollaran y ampliaran su actuación en este ámbito. 4. Sin embargo, la experiencia de varias décadas de aplicación de las estrategias y políticas de responsabilidad social de la empresa parecía acreditar que, en la práctica, la responsabilidad social queda limitada a actividades de tipo publicitario, de las que la empresa espera que incidan, de una u otra forma, en la evolución positiva de los resultados a medio o largo plazo. Esto ha llevado a ciertos expertos a adecuar la teoría a la práctica estableciendo expresamente como objetivo de la responsabilidad social de la empresa el impulso de este tipo de actividades no directamente relacionadas con el beneficio empresarial, aunque sí lo están indirectamente. 5. Sin embargo, la reflexión de fondo sobre las motivaciones personales de inversores, directivos y grandes accionistas parece llevarnos a una conclusión distinta. 6. Es cierto que en grandes empresas con la propiedad muy distribuida es difícil desarrollar actividades que se desmarquen del objetivo de beneficio. Fundamentalmente porque resulta complicado que todos los accionistas se pongan de acuerdo, en base a criterios ideológicos o culturales, sobre qué actividades no lucrativas desarrollar y cómo. Por supuesto, salvo que sean suficientemente neutras como para ser positivamente percibidas de forma general y, a la vez, generar un impacto de imagen positivo en la sociedad que necesariamente repercutirá positivamente también en el beneficio futuro. 7. Sin embargo, la situación es muy distinta en empresas con la propiedad suficientemente concentrada. Es habitual que estos grandes inversores desarrollen actividades no lucrativas destinando importantes recursos a objetivos ideológicos, culturales o sociales, siempre en función de la perspectiva ideológica o cultural propia del inversor o grupo de inversores correspondiente. Éste ha sido también el origen histórico de las grandes fundaciones corporativas. 8. En el caso de los multimillonarios, los objetivos personales de incrementar o asegurar su capacidad de consumo tienden a quedar progresivamente relegados por objetivos de prestigio o de influencia sobre el entorno social. En este contexto, el impulso y desarrollo de actividades no relacionadas con el beneficio, o meramente generadoras de gasto, tiene una perfecta lógica. Lógica de poder más que lógica de beneficio, por supuesto. Con sus efectos negativos o positivos, está claro que la responsabilidad social de la empresa tiene un espacio propio que puede ir más allá de los objetivos de maximización del beneficio a medio y largo plazo. Éste es un proyecto de EKAI Center, en colaboración con la Vicepresidencia Segunda del Gobierno, Ministerio de Trabajo y Economía Social. Gracias por tu atención. Sigue con nosotros.
Back to Top