Netanyahu, el protegido por los medios dominantes

👉 Suscribite a nuestro canal para ver todos los episodios @ElFrasco #Libano #netanyahu #freepalestine Nuevo programa de El Frasco: Medios sin cura, el programa que aborda las noticias de la semana y el rol de los medios de comunicación con ironía y humor. Gandhi decía: “Lo que se obtiene con violencia sólo se puede mantener con violencia”. Y vale para recordar que la entidad israelí se impuso en Palestina a través de esa palabra que hoy tantos medios usan a conveniencia: terrorismo. Y desde aquellos años, con bandas terroristas como Irgún o Haganá, hasta el día de hoy, los métodos del régimen sionista no parecen haber variado mucho y así quedó plasmado tras el ataque perpetrado con dispositivos electrónicos en el Líbano. En este violento atentado, han sido asesinados niños, mujeres, hombres, de distintas edades, con explosiones que ocurrieron en supermercados, en casas, en calles, lo que derivó en la muerte de gente de forma indiscriminada. Y mientras la prensa hegemónica hablaba de la “espectacularidad” del ataque criminal o ponderaba la “sofisticación”, evitaba mencionar aquella palabra que define precisamente la agresión: Terrorismo. El dato más macabro es que desde hace décadas el régimen israelí también le vende armamento (sobre todo represivo) al mundo, bajo el eslogan “probado en campo” en referencia a que fue testeado sobre civiles palestinos. ¿Será que también están probando nuevas tecnologías de terror con la población libanesa? Y mientras el criminal de guerra Netanyahu prácticamente admitió haber llevado a cabo el ataque terrorista, el presidente del ente israelí, Herzog salió a decir que el ente sionista no estuvo involucrado en el hecho (!) y que Israel no quiere una guerra con el Líbano (!!). ¿Será por eso que días después atacaron el sur del Líbano en forma masiva y volviendo a asesinar a más civiles?... Hablamos de estos temas y de las crecientes manifestaciones de universitarios por Palestina con Adrián Lomlomdjian, presidente de la Unión Cultural Armenia. Los medios dominantes tal vez no tengan cura, pero al menos dudemos de aquellas “píldoras” que pretenden que consumamos.
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