Alfonso Rojo: “Sánchez, que te voten Txapote, el soplagaitas Martín, el etarra Otegi y los de Bildu”

Quedan cinco semanas para las elecciones generales y el estribillo de la canción del verano está decidido: “Sánchez, que te vote Txapote”. Por si había alguna duda al respecto, ha entrado en escena el socialista Francisco Martín para recordárnoslo, afirmando solemne que los proetarras han salvado miles de vidas españolas, majadería que adornó explicando que Bildu y ERC, ‘supuestos enemigos de España’, han hecho mucho más por los españoles y por España que ‘los patriotas de pulsera’, en clara alusión a PP y VOX. Escribe algún columnista que las palabras del Delegado del Gobierno en Madrid, ciudad donde ETA asesinó a 123 inocentes y dejó mutilados a 300, reflejan la peligrosa empanada mental del PSOE. No señores, no. Lo que evidencian es la miseria moral, la podredumbre, la degradación ética, de un partido que reniega de España y que, para seguir chupando del frasco, se encama con quienes trabajan para destruirla. Y no se trata, desgraciadamente, de una formación marginal y periférica, sino del entramado que más años ha gobernado España desde que murió Franco. Tampoco este Martín es un pelanas antisistema o un zarrapastroso indocumentado. A diferencia de los sectarios de la jarca podemita, que han convertido la desvergüenza y el matonismo en el pan nuestro de cada día, Martín ostenta curriculum. Es ingeniero de Montes, tiene 41 años, está casado, es padre de dos hijas y en tiempos de Rajoy fue directivo de la compañía pública Tragsa. Ha sido tesorero del PSOE, secretario de la Fundación Pablo Iglesias y hasta alto ‘fontanero’ de La Moncloa. Pues este atildado paisano, echando a pique la campaña desatada por Sánchez contra los pactos entre PP y VOX, es quien se ha encargado de explicar al respetable que, en opinión del PSOE, la marca de la banda terrorista ETA es bastante mejor que los dos partidos que defienden la unidad de España y el orden constitucional. Que la izquierda prefiere a los que pegaban balazos en la nuca que a sus víctimas y que no dudará un segundo, si les llega la hora de reeditar el Frankenstein, de abrazarse a los golpistas que conspiran para independizar Cataluña. Dice ahora el soplagaitas que no se expresó adecuadamente. Como si fuéramos lelos y no nos diéramos cuenta de que sus palabras son el ideario, el pensamiento, la ideología real de una organización enferma, donde importa más salvar el trasero de Sánchez, los sillones de sus barones autonómicos y los sueldos de sus diputados y altos cargos, que el bien de los españoles. Una organización cuyo jefe da el pésame a Otegi por la muerte de un etarra, donde Zapatero pondera lo buenos que han sido los etarras por dejar de matarnos, donde Marlaska acerca asesinos a sus casas y el resto se reparte puestos con ellos, les cede la prerrogativa de dictar cual debe ser nuestra Memoria Histórica y mira para otro lado mientras Bildu incluye 44 terroristas en sus listas. Se me van a hacer eternas las cinco semanas que restan hasta el 23-J.
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