Los pazos de Ulloa. Captulo 1

Don Julián, un joven sacerdote, llega a los pazos para ponerse al servicio del marqués de Ulloa. Se encuentra un ambiente grotesco, salvaje, con un abad embrutecido, un marqués salvaje, Sabel una criada descarada, amoral, superviviente a la situación y un niño mal educado, llamado Perucho, hijo de Sabel y del marqués, metido en la bebida por los adultos. Sabel provoca al sacerdote, que se asusta. Gran parte del capítulo se dedica a describir el ambiente diario de la aldea, comidas, caza, bailes, taberna. Llega un Arcipreste de la misma catadura moral que el Abad.
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