LA TRIPLE ENCRUCIJADA EUROPEA

LA TRIPLE ENCRUCIJADA EUROPEA 1. El mundo en su conjunto, y Europa en particular, se encuentra en un momento histórico. Europa ha sido líder mundial durante 500 años. Dejó de ser líder político en la Segunda Guerra Mundial y durante las dos últimas generaciones se ha sumergido en un proceso de decadencia acelerada que nos encamina hacia el cajón de la Historia. 2. Tras 50 años de decadencia, Europa se enfrenta ahora, en este momento histórico, a una triple encrucijada, económica, geopolítica y de cultura y valores. 3. La encrucijada económica viene determinada por una doble vertiente. Por un lado, por el agotamiento evidente de nuestro modelo económico, con 15 años de estancamiento, apenas sostenido en base al hundimiento demográfico y el sobre-endeudamiento, los dos factores clave que hacen insostenible este modelo. 4. Por otro lado, la economía europea se encuentra además amenazada estructuralmente por las medidas impuestas por EEUU y por la élite corporativa a nuestros responsables políticos. El cierre a las fuentes de energía barata rusa por un lado y, por el otro, la estrategia de ruptura económica con China. Además de, aparentemente, un previsible aislamiento frente a las economías del conjunto de los países emergentes y en desarrollo. 5. Europa debe adoptar rápidamente decisiones para la reestructuración de la deuda, la recuperación de la natalidad y la puesta en marcha de un nuevo modelo económico que no dependa de forma tan directa del constante sobre-endeudamiento y la explotación masiva de mano de obra barata. 6. Pero todo ello debe hacerse en un contexto geopolítico imprevisto, en el que –salvo el caso de una guerra mundial- el mundo se encamina a una drástica división entre Occidente por un lado y el resto del mundo por el otro, incluyendo los países emergentes y en desarrollo. Si, como hasta ahora, Europa se limita a dejarse arrastrar por este nuevo contexto, nos espera una creciente sumisión estratégica a Estados Unidos y, probablemente, un proceso acelerado de desindustrialización, que estamos ya tratando de camuflar como un proceso neonazi de descarbonización y decrecimiento. Eso sí, para salvar al planeta. 7. Europa tiene otra opción. El desmarque del eje atlántico y la apuesta por la colaboración con el mundo emergente y con los BRICS y Rusia y China en particular. Pero esto requiere una visión estratégica y una autonomía inexistentes en nuestra actual clase política. 8. Por último, Europa se enfrenta a un evidente reto en cuanto a cultura y valores. El corporativismo posmoderno ha destruido las bases objetivas de la emancipación de la mujer, de la defensa del medio ambiente, del respeto a las minorías y a los derechos humanos, para ponerlos al servicio de estrategias destructivas de las élites corporativas a través del posmofeminismo, el catastrofismo climático, la manipulación de las minorías y la explotación laboral masiva a través de los movimientos migratorios. Esta cultura y valores de una irracionalidad radical están destruyendo ya el presente y el futuro de Europa. Nuestro continente debe mirar cuanto antes al resto del mundo, debemos darnos cuenta del error y del desastre que estos valores suponen y apostar por la racionalidad en la defensa de los intereses generales y de los derechos de las minorías. Y hay que hacerlo de forma inmediata. 9. La triple encrucijada europea exige abordar cuanto antes cambios sustanciales en nuestras políticas públicas, imposibles de materializar sin una nueva clase política. Algunos movimientos se están produciendo en este sentido. Está en nuestras manos que ello no se ponga en marcha demasiado tarde. Éste es un documento elaborado por EKAI Center dentro del Proyecto GOGOZ, siguiendo la metodología de consenso HURBIL. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros. Si compartes las ideas de este texto, crees que sería bueno hacer algo al respecto y vives en el País Vasco, ponte en contacto con nosotros. PDF:
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